miércoles, 12 de junio de 2013

Mito de "Narciso"

De los mitos griegos se encuentra uno que es muy interesante y que encierra una enseñanza muy peculiar: 

Narciso era un joven conocido por su extrema belleza, tanto señoritas como jóvenes caballeros se enamoraban de Narciso a causa de su gran belleza, la cual no tenía comparación con nada conocido. Narciso, conocedor de su extraordinaria belleza, era incapaz de siquiera pensar en la posibilidad de corresponder alguna de las pretensiones que recibía. Consideraba que su belleza estaba por encima de cualquier mortal.








Un día Narciso se encontraba caminando por el bosque junto a unos compañeros, y en un momento dado se apartó de ellos, y al alejarse preguntó: ¿Hay alguien aquí? Eco se puso contenta y respondió: ¡Aquí!, ¡Aquí! Como Eco se encontraba oculta entre los árboles, Narciso fue incapaz de verla, y desesperadamente gritó: ¡Ven! Eco entusiasmado, después de repetir: ¡Ven!, ¡Ven!, salió de su escondite y corriendo con los brazos abiertos se dirigió a su gran amor, Narciso. Narciso lleno de vanidad, sabiéndose poseedor de una belleza nunca antes conocida, rechazó de una manera cruel a la ninfa Eco; ella totalmente afligida se alejó, y buscó una cueva en la cual ocultarse. Y ahí permaneció, hasta que el tiempo la consumió, y sólo quedó su voz.
Némesis, la diosa de la venganza, al darse cuenta de esto, quiso dar un castigo adecuado a Narciso; y al ver que se reflejaba en una fuente de agua, contribuyó para que se enamorara de sí mismo; y ahí quedo absorto, contemplándose, sólo, admirando su gran belleza. Incapaz de dirigir sus ojos a otra parte se le fueron los segundos, los minutos y las horas; hasta que por fin terminó arrojándose en las aguas de la fuente. Se cuenta que en el sitio donde Narciso cayó, creció una flor, que hizo honor a su nombre y su memoria.